Tan sólo 19 km de Camino te separa de ansiada la meta: La plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela. Aunque es corta esta etapa porque comenzamos en Pedrouzo, está repleta de cuestas, así que prepárate para esos últimos kilómetros. Recuerda en gran parte a la primera etapa que partía desde Sarriá.
El camino que comenzamos en Pedrouzo, en algunas zonas es sinuoso y estrecho, comparte paisajes de bosque y pradera. Una vez que vislumbras el Monte do Gozo, tu cuerpo se estremece, quizás de alegría por estar tan cerca o quizás de pena porque se está acabando la aventura. Sella en la iglesia de San Marcos y para un segundo a contemplar Santiago desde la lejanía, observarás la silueta de la catedral. Tan sólo te quedan 6 km para el final.
El tramo más pesado sin lugar a dudas, es la entrada a la ciudad, ya que es el extrarradio. Los coches y el ruido no acompañan nada aunque va cambiando el panorama conforme te adentras en el casco histórico. Siguiendo la Compostela, que siempre te marca el camino, llegarás a la plaza de la acibechería. Verás el gran arco, donde artistas callejeros tocan la gaita, estás a tan sólo un paso del fin, así que crúzalo y tendrás la imponente catedral a tu izquierda. Esta es la entrada del camino francés, dependiendo del camino que hayas escogido, llegarás a la catedral por una calle u otra.
Emoción, abrazos a los compañeros y un “lo hemos conseguido” acompañado de la foto que conmemora la hazaña.
Si te diste prisa en llegar a la Plaza del Obradoiro desde Pedrouzo, puedes dirigirte a la oficina del peregrino a recoger tu Compostela (un pergamino con tu nombre en latín que certifica la peregrinación a Santiago). Antes de las 11:30 a.m. no suele haber demasiada gente, si hay mucha cola, déjalo para el siguiente día de este modo te ahorrarás una buena espera.
A las 12 a.m. es la misa del peregrino, entra en la catedral y abraza al apostol Santiago.
¿Sabes de dónde viene Compostela?
Un ermitaño, Paio o Pelayo en castellano, vio una luz procedente de las estrellas que le indicaba donde estaba enterrado Santiago Apóstol, de ahí con poste la”Campo de estrellas”. Literal y comenzó a crecer la ciudad. Algún tiempo más adelante se convirtió en un centro de peregrinación desde infinidad de lugares del mundo. Hoy en día sigue siéndolo y multitud de personas acuden a Santiago en peregrinación cada una con su motivo particular.
Realizar el camino de Santiago no sólo es acto de ejercicio físico sino también “espiritual” seas o no creyente. En el camino aprenderás a ser buen compañero, a compartir, a estar solo, a seguir un ritmo o a ir a tu ritmo, a meditar a tu manera. En mi caso me ayudó a detener el tiempo y a restarle importancia, a veces debes dejarte llevar más y planificar menos.
Hasta que no hagas el camino de Santiago no descubrirás que te enseñará.
Te recomiendo que dediques un día entero a Santiago de Compostela, no sólo el de llegada porque realmente merece la pena. Pasea por sus calles, hazle una visita a Maruxa y Coralia en el parque de la Alameda, contempla Santiago desde el paseo de la Herradura, escucha a los gaiteros callejeros y déjate llevar entre sus callejuelas.
Tienes el callejón de entrerruas, es muy particular y conecta la rúa do Vilar y la rúa Nova a través de una estrecha calle. Pasa totalmente desapercibida, así que debes estar muy atento para encontrarla. Justo en el ensanche de esta calle hay dos restaurantes en los que puedes comer. A Tulla es el nombre de uno de ellos, tiene menú vegano y un pastel marroquí muy bueno.
Prueba el pulpo en el mesón do pulpo y la tortilla de patatas como tapa en el bar La Tita.
Un café con encanto en A Gramola y por supuesto una siesta en la plaza del Obradoiro (si hace bueno).
Un viaje para el cuerpo y alma que todo el mundo debería proponérselo alguna vez en su vida, peregrinar a Santiago y dejarse llevar por el encanto del camino.
La única manera de seguir nuestros sueños es ser generosos con nosotros mismos.
Otras etapas del Camino de Santiago:
ARZÚA – PEDROUZO
PALAS DE REI – ARZÚA
PORTOMARÍN – PALAS DE REI
SARRIÁ – PORTOMARÍN
Deja tu comentario