Es bien sabido que los inicios no son fáciles y es por esto que si tengo claro por dónde empezar todo será mucho más sencillo. En este post hablaremos de algo fundamental que necesito trabajar en pretemporada, la zona Core.
En sucesivos post, iremos ampliando aspectos a tener en cuenta para la preparación.
La pretemporada es el periodo en el cual retomamos la actividad deportiva con idea de incrementar el nivel de forma hasta un estado aceptable para afrontar los entrenamientos y competiciones de la temporada, es decir, la puesta a punto de todo deportista. Suele prevalecer el volumen sobre la intensidad, y se lleva a cabo de manera progresiva y controlada.
El Core, no es un músculo, sino un concepto. Se denomina Core al conjunto de músculos que componen la faja lumbo-pélvica. Si quieres saber más sobre este concepto, échale un vistazo al siguiente post:
Dicho conjunto, trabaja de manera sinérgica y armoniosa al realizar prácticamente cualquier gesto de la vida cotidiana: caminar, coger las llaves del suelo, levantar a tu sobrino, pasando por gestos deportivos correr, nadar, golpear una pelota, entre otros…
Con frecuencia, no se le da la relevancia que tiene y se trabaja de manera indirecta a través de diferentes ejercicios, pero es realmente importante y ahora te explicaré por qué:
3 motivos por los que entrenar el Core en pretemporada
Sujeción de la columna
A nivel anatómico, la mayor parte de las estructuras del Core, están encaminadas a conferir sujeción y estabilidad a la columna, especialmente la parte lumbar. Cuando la musculatura es débil, se fatiga con frecuencia y, por tanto, acaba optando por relajarse y que las estructuras pasivas sean las que soporten el la postura o la carga.
Un correcto tono de la musculatura profunda promoverá la postura correcta, manteniendo a la zona lumbo-sacra fuera del riesgo de lesión.
Estabilidad y equilibrio
La estabilidad y el equilibrio son dos aspecto importante que dependen del Core.
El primer concepto, estabilidad, hace referencia a la capacidad que tiene un cuerpo a estar en reposo sin movimiento. De por si, el ser humano al estar en bipedestación es inestable para generar desequilibrio y con ello movimiento. La proporciona una mejor gestión de la cargar y un menor riesgo de generar movimientos parásitos o indeseados al realizar la técnica de un ejercicio.
Por otro lado, el equilibrio es la capacidad que tiene un cuerpo para ser estable cuando existe un desequilibrio ya sea interno o externo. El equilibrio es lo que nos permite correr, montar en bici, caminar sin caernos. El Core influye determinantemente es este concepto, de hecho la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda su entrenamientos en personas mayores para disminuir el riesgo de caída.
Transmisión de fuerzas
Dentro del rendimiento deportivo, existe un término que es el de transmisión de fuerza, los gestos técnicos aunque también puede ser aplicable a cualquier acción dentro de la vida cotidiana. Dicha transmisión de fuerzas se puede dar en diferentes planos uniendo la fuerza de las extremidades superiores con las inveriores o vicceversa.
Adivina que… El Core siempre queda en el centro de esa cadena siendo un punto clave en su transmisión en un sentido o en otro. Cuando mayor control, fuerza y dominio de esta musculatura, nuestro movimiento tendrá mayor calidad y técnica.
Un ejemplo claro es la inversión de pértiga, si no presentásemos esas condiciones sería más complicado llegar a conseguir la posición invertida es esta fase.
Trabajar el Core en pretemporada será fundamental para poder sentar las bases de un movimiento seguro y de calidad, es el cimiento de todo ejercicio y de la prevención de lesiones, no sólo a nivel lumbar sino general.
Mejorar la postura, rendir a nivel deportivo o prevenir una lesión , pasan por trabajar en pretemporada.
Aquí te dejo un ejemplo de entrenamiento con ejercicios de fuerza y a través del yoga:
La fuerza está en tu centro
Deja tu comentario