4 mandamientos de la técnica de carrera que debes conocer

El propósito primordial de la carrera es recorrer una distancia determinada lo más rápido posible. Por ello la palabra eficiencia toma gran relevancia. Tanto para carreras cortas como largas la eficiencia juega un papel fundamental ya que si mi zancada es mayor necesitaré menos paso para recorrer una distancia y por tanto ahorraré energía.
No confundamos con correr haciendo segundos de triple ya que debemos encontrar una zancada amplia y cómoda. Alargarla más de la cuenta o por el contrario realizar una zancada pequeña nos implicará un gasto energético mayor.

Existen 4 mandamientos de la técnica de carrera que todo corredor que se precie debe conocer. Aplicándolos a nuestra técnica contribuiremos a hacer más eficiente y a mejorar nuestras medias.

1º IMPULSARÁS SOBRE TODAS LAS COSAS

Nuestro objetivo siempre será desplazarnos hacia delante, es por ello que la fase de impulsión es de las más importantes de la técnica de carrera.
El pie cae con pretensión, es decir, armado de tobillo y de metatarso para que podamos impulsar eficientemente.
Es importante que haya una extensión del tobillo, dependiendo de la velocidad de carrera se producirá más o menos completa.
La mayoría de los corredores, sobre todo los de distancias largas, obvian este mandamiento y cuando los vemos correr podemos percibir que van levantando los pies rápido del suelo como si algo les pinchara en la zapatilla. No aprovechan la fase de impulsión y por tanto la eficiencia de su carrera es baja.

2º ELEVARÁS LAS RODILLAS

La zancada debe ser amplia para poder recorre mayor distancia con menos pasos así que el segundo mandamiento en el que se basa una buena técnica de carrera es la elevación de las rodillas. Éstas siempre deben buscar subir todo lo alto que nos permita rango de movimiento. Nunca buscaremos el suelo porque en este caso la zancada se volverá más corta.
Os preguntareis ¿si elevo demasiado las rodillas no iré saltando? La elevación se dará en función de la velocidad de carrera. No es lo mismo correr un 100 que un 10.000 pero la premisa es la misma para las dos, la dirección de la rodilla siempre debe ser ascendente nunca descendente. Unido a la impulsión, la zancada se hará amplia y confortable para correr sin fatigarnos demasiado pronto.

3º LLEVARÁS LOS BRAZOS HACIA ATRÁS

Los brazos también corren. Nos proporcionan estabilidad y equilibrio ya que realizan un movimiento compensatorio a las piernas. De hecho nos ayudan a conseguir una mayor amplitud en la zancada así como ritmo y velocidad. Si mueves las piernas a más velocidad los brazos irán más rápido y por el contrario si los brazos se mueven a mayor velocidad las piernas también lo harán. En cualquier caso deben ir equilibrados y compensados.
El movimiento de los miembros superiores se realiza con el codo a 90º fijo y es el hombro quien se encarga de llevar hacia atrás el brazo. Busca siempre movimientos amplios para que la transferencia sea positiva hacia la zancada.

4º AMPLITUD Y SOLTURA, CON ELEGANCIA

Os pensareis que es broma pero buscar una actitud elegante en la carrera nos permitirá encontrar las bases del 4º mandamiento: la amplitud y la soltura.
Existe un principio físico que dice que cuanto menor es la tensión sobre un cuerpo a mayor velocidad podrá moverse. Nuestro cuerpo debe tener un cierto tono de preactivación para poder ejecutar movimientos con rapidez pero si aplicamos tensiones innecesaria esa velocidad se verá reducida o mermada.
El ejemplo más claro es ver a Usain Bolt a cámara lenta. Podrás observar como su cara se mueve sin control y es porque la lleva relajada para evitar el tipo de tensión del que hablábamos antes.
Aprender a correr con soltura es fundamental para retrasar la aparición prematura de fatiga.

No olvides que la carrera es progreso y mejora por lo que tener eficiencia nos proporcionará mayor ahorro energético y menor fatiga. Llegaremos más lejos con menor esfuerzo.
Ser eficientes es el reto del Runner. ¿Te atreves?
En próximos post haremos una propuesta de ejercicios de técnica de carrera.